SILENCIO
SILENCIO
SILENCIO
Al otro lado del silencio
humedecen lágrimas
del recital profundo
de cinceladas tristezas.
Hay mudas laceraciones
heridas vertiendo dolor
muere al filo de sables
la insensata traición.
Espinan agudos alfileres
al recordar la partida
soponcio de un martillo
taladra hasta la saciedad.
De golpe soy un mártir
un soldado de plomo
ametrallado hasta morir
sin gloria y sin honor.
Dagas rompen en pedazos
los sentimientos y el alma
el corazón yace roto
al verter la última lágrima.
Tardaré en tener cura
exorcizaré toda maldición
con vertiginosas flechas
con mi salvador Cupido.
Señor mío haz el milagro
de olvidar infinitas penas
captúrame ese silencio
al sonreír con mi poesía.
LEO FRANK PARK