DOLORES MUSCULARES

25.02.2015 11:26

DOLORES MUSCULARES
 

DOLORES TENSIONALES

 

Dr. Pablo Rubén Koval
Médico Especialista


 

Dolores musculares
Dolores tensionales

El dolor es una de las formas que el organismo posee para expresar un desequilibrio, una desarmonía, una pérdida del orden vital. Cuando una parte del organismo duele es porque hay un trastorno en el funcionamiento de ese organismo; el orden natural tendiente al estado de salud, por alguna razón se ha perdido.

La persona con dolores musculares habitualmente llega a la consulta tras un peregrinar de meses o años arrastrando diagnósticos diversos. El paciente cree que su problema carece de solución y se angustia, deprime y cambia de carácter.

Con el tiempo, el cuadro doloroso  suele irse agravando y complejizando. Nuevas áreas pueden empezar a doler y la pérdida de la movilidad hacerse más evidente.

Adán
Dibujo de Marta Virginia Cella

Artista plástica

El dolor muscular persistente suele asociarse con estudios radiográficos y de laboratorio normales y con tratamientos ineficaces. La persona con dolor muscular recibe diagnósticos diversos que tratan de encasillar el problema pero sin solucionarlo. Dolores supuestamente articulares, óseos, tendinosos, neurológicos o circulatorios en realidad pueden deberse a compromiso muscular.

Por otra parte, el compromiso muscular suele deberse a la presencia de factores irritativos que actúan sobre el sistema nervioso. El dolor muscular persistente casi siempre es secundario a una irritación del sistema nervioso y representa el resultado de un proceso, es decir, nunca es porque sí, ni aparece de un día para el otro. En general, el paciente relaciona el dolor muscular con algún movimiento o esfuerzo, pero si el problema persiste en el tiempo, significa que la causa no es ese movimiento o esfuerzo, sino la pérdida de la capacidad renovadora y reparadora natural del sistema nervioso. A su vez esto se debe a la acción persistente de campos interferentes en sitios distantes del organismo (no necesariamente en el lugar del dolor).

Hay que tener presente también que, el dolor muscular y la limitación del movimiento  representan el último eslabón de una cadena de, al menos, tres eslabones. Tratar el último eslabón de una cadena significa tratamiento sintomático, es decir, solución temporaria sin resolución de la causa. Para ello se usan medicamentos analgésicos diversos, relajantes, sedantes, antidepresivos, masajes, kinesio, etc.

El segundo eslabón en esta cadena está representado, en este caso, por contractura muscular disfuncional. El músculo se acorta y tracciona del tendón. El tendón está fijado al hueso por medio del periostio, por esta razón el dolor tiene carácter profundo y parece como si doliera el hueso. Este hecho también hace confundir el diagnóstico. Muchos problemas se rotulan de "tendinitis", "tendinosis", "periostitis" o "fascitis" cuando en realidad el problema es el acortamiento muscular, resultado de una irritación del sistema nervioso. Tratar este segundo eslabón con analgésicos, corticoides (cortisona), relajantes musculares, kinesiología o cualquier otra técnica sobre la musculatura, también es ofrecer un tratamiento que no va dirigido a la causa, es paliativo y no resuelve el problema.

El primer eslabón de la cadena suele ser un campo interferente en cualquier sitio del cuerpo que provoca y mantiene el estado de contractura muscular. El tratamiento de elección y generalmente curativo es el del campo interferente causal. No obstante, es común que el componente muscular adquiera autonomía y sea necesario también aplicar modulación neuromuscular.

Síntomas y enfermedades persistentes 
Campos interferentes

Los campos interferentes ejercen estímulos fuertes sobre el sistema nervioso y pueden dar lugar al establecimiento de problemas de salud persistentes o recurrentes en cualquier parte del organismo. En la misma persona pueden coexistir varios campos interferentes. La medicina clásica no reconoce su existencia.

 

Los campos interferentes pueden haberse desarrollado en donde, en algún momemto de la vida de la persona, hubo: 
> un proceso inflamatorio o infeccioso: amígdalas (faringitis, anginas, difteria, mononucleosis, escarlatina); adenoides; senos de la cara (sinusitis); oídos (otitis); sistema nervioso central (meningitis, encefalitis); hígado (hepatitis); vesícula; páncreas; pulmón; bronquios; estómago; intestino; apéndice; riñón;vejiga (cistitis); próstata; pene (venéreas); ovarios; útero; vagina (infecciones); abscesos; úlceras; etc. 
> una cicatriz por cirugía o herida en piel, mucosa, músculo, víscera, tendón o hueso (fractura). 
> un traumatismo (golpe, caída, agresión física)
> problemas odontológicos: cicatrices de extracciones; una pieza desvitalizada (conducto); compromiso de la pulpa dentaria (nervio) por un arreglo profundo; granuloma; infecciones óseas residuales; quistes; odontomas; procesos inflamatorios o infecciosos presentes o pasados: periodontitis, bolsas gingivales; piezas en posición anómala, retenidas, semi-retenidas, desplazadas o inclinadas; muelas de juicio sanas sin espacio propio o en contacto con el canal del nervio mandibular; piezas embrionarias; restos de raíces; piezas utilizadas como pilares de puentes; metales (implantes, pernos, amalgamas, ganchos, prótesis); endodoncias con sobre-obturación del material de relleno que irritan el hueso subyacente; ortodoncia en adultos  y trastornos oclusivos (mordida). 
> la memoria corporal de una carga afectiva, emocional o daño psicológico (estrés, pérdida, abuso sexual, tortura, etc.).
> un cuerpo extraño (metal, vidrio, hilo de sutura, talco de los guantes, etc.).

Una vez eliminados los estímulos nocivos provenientes de campos interferentes, las funciones corporales recuperan su normalidad y el organismo inicia su proceso de curación.

Nuestra tarea es encontrar el origen de la irritación del sistema nervioso y resolverla. El organismo se encargará de su propia curación.

Tratamiento de la persona con dolor muscular persistente

El tratamiento debería estar dirigido a la causa y no a la consecuencia; tanto los calmantes como los relajantes musculares tratan la consecuencia; los medicamentos tapan el problema, no lo resuelven.

La medicina para la autoorganización mediante terapia neural, modulación neuromuscular y odontología neurofocal tiene como objeto resolver la causa. 

El uso prolongado de analgésicos-antiinflamatorios puede ser causa de importantes efectos tóxicos.